Una compañía tiene la posibilidad de transferir la totalidad de su patrimonio de manera universal a uno o varios socios, accionistas o terceros.

¿Cómo opera?

Debe ser aprobada por unanimidad de la junta general o asamblea de accionistas y formalizada mediante escritura pública. La contraprestación por la transferencia no puede consistir en acciones, participaciones o cuotas sociales del cesionario.

La Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros (SCVS), no necesita aprobar la cesión, sino que más bien se regirá de acuerdo con las disposiciones para las transferencias de empresas como unidades económicas según el Código de Comercio.

Tómese en cuenta que se debe inscribir la cesión en el Registro Mercantil.

¿Qué pasa con la empresa cedente?

Luego de la cesión de activos, la compañía cedente puede solicitar la cancelación de la empresa ante la SCVS, en donde se deberá presentar: (i) el acta de adjudicación con el detalle del valor recibido por cada adjudicatario en proporción a su participación en el capital social o según lo pactado con terceros; y (ii) la publicación del aviso de enajenación a los acreedores de la compañía.

La SCVS emitirá la resolución de cancelación, en cuyo caso las obligaciones solidarias atribuibles a la compañía serán asumidas por los accionistas o socios.

Nota: Las compañías que ya se encuentren en liquidación pueden realizar una cesión global de activos y pasivos siempre que no hayan comenzado a distribuir su patrimonio entre los accionistas o socios.

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